martes, 28 de abril de 2015

Preñadxs de infinito

Crear para huir, crear para refugiarse, crear para simplemente desvanecerse en lo imaginado y dejar de existir en el "plano real". Realidad... ¡qué palabra más esquiva! Tantas realidades como creadorxs interfiriéndose las unas con las otras, creando colisiones cósmicas con resultados imprecisos. Y yo... creadora como el resto de una "creación" ya creada y susceptible de recrearse con cada movimiento de pluma. Aquí me encierro y desde aquí comparto. Las distancias cortas son muy gratificantes, pero las largas ideales para parapetarse entre renglones de desvaríos y sabidurías.

Atesorar las ideas, aunque no sepamos qué hacer con ellas... La mayoría no se han registrado (ni falta que hace, yo creo, teniendo en cuenta los bucles en los que a servidora se le da por meterse). Otras se empolvan. La mayoría, quemadas y rotas en cualquier estercolero, cómpost de nueva vegetación que oxigena tus pulmones. ¿Acaso no es una bella creación? Las ideas nacen y mueren, se adaptan y transforman, se hacen más grandes o más pequeñas, dependiendo de las vueltas que se le den, de lo mucho o poco que se compartan. A veces me vuelvo tacaña y no quiero compartir. Necesito pulirlas antes de verterlas en otra psique, y aún así las vomito impulsivamente en otrxs creadorxs, confundiéndolxs con mi confusión.

Las ausencias son necesarias para advertir la propia presencia. Existimos al margen de que otrxs se percaten de ello, y eso nos hace en cierto modo fuertes, pues nuestra consciencia se centra en la  existencia de nuestra materia, de nuestra mente, de nuestra luz, bombillitas tímidas en medio de una fuerza que nos alumbra a todxs. Bebemos de ella y la reflejamos con nuestras sonrisas, con nuestras lágrimas. Nos recogemos en sentimientos compartidos que el silencio transforma en magia y recuerdo. Hoy es la nostalgia de mañana,  y ayer la fuente de la que hoy se nutre para mantenernos en marcha.

Y en medio de nuestras soledades... ¡amamos! Amamos el vacío en el que la soledad se convierte en otra cosa distinta quizás llamada amor. Y necesito seguir creando fantasía para una niña a la que simplemente amo por ser niña, por ser otro experimento humano cargado de potencial para amar, para crear, para compartir y para olvidar que hemos aprendido a hacernos daño de la forma más inconsciente o conscientemente egoísta. Una nueva esperanza nace en cada alumbramiento, y como somos espejos, cada esperanza refleja lo que presencia en su deambular por este vacío sin señalizar en el que nos han soltado.Si no encontramos la luz, al  menos no densifiquemos las sombras. Sombras que ensombrecen el sombrero de lxs indecisxs y perdidxs, de lxs que claman por la luz que han perdido en alguna encrucijada confusa de un camino indefinido.

lunes, 6 de abril de 2015

Vivo en todas partes

Cerrar los ojos... Respirar... Sentir cómo el aire devuelve el calor a mi cuerpo a medida que entra y sale de él. Respirar la quietud de la noche, y devolvérsela en cada aliento. Apagar el pensamiento, difuminar el pasado, olvidar el futuro y paladear el ahora. Rescatar las palabras para hacerlas presentes. Hablar sobre la nada, callar sobre el todo. Despedir el silencio con el cantar de las ranas, artistas de las sombras que cautivan mis oídos con sus románticos croacs.

La luz del foco calienta mis dedos y los revive para que le escriban al nadie que lee, al vacío infinito de una red saturada de escupitajos mentales, enredos emocionales y soledades menos solitarias al compartirse. ¿Estoy viva? ¡Vivo! (Oups! Qué yuyu, no?) ¡Canto! ¿Te canto? Apiádate de mí, que me entran los nervios de repente y no sé que hacer con mi body! Me entra el miedo por momentos, ¿a ti no? "She´s a maniac, maniac!!!" Los 80 me poseen para envolverme en carcajadas que sustituyan al llanto en la explosión que supone sentirme viva... y con ganas!!


Atemporal, eterna... Apátrida, presente en el aquí sin sede... Soy tú, soy yo, soy ¿quién? Nadie y todxs, pues vivo a través de la vida, y la vida está en todas partes. Muero en tu tristeza y desaliento, ardo en tu cólera y broto en tu dolor. Revivo con tu sonrisa, levito con la luz de tu mirada y soy más fuerte cuando me regalas motivos. Polaridades que me malean, ¿maleo polaridades? Bipolar me dicen, ¿qué más da? Mundo loco! Déjame descubrirme y bailarte mis verdades, volar entre tus corrientes y ser libre de amarME.

viernes, 3 de abril de 2015

Hipócrita y sincera histeria

¿Sabes? A veces me sorprendo de lo grande y minúscula que puedo ser a un mismo tiempo. Pongo los ojos dentro y veo contradicciones que me construyen y destruyen, y más sincera me siento cuanto más y menos me quiero, pues parte soy del mundo, ni mejor ni peor, tan sana y podrida como la misma esencia que me da la vida.

He hecho daño y me lo han hecho, y ese círculo de heridas me sitúan en el limbo del decidir... si tuviese la llama de una cerilla, no sabría si alumbrar con ella el mundo, quemarlo, quemarme, o soplar y apagarla para no ver nada más, ni a mí misma perdida en esta cueva en la que parece que hay que fingir que sabes lo que haces. ¿Qué haces? ¡Quietx chicx! ¿A dónde vas con esos aires? ¿Acaso te crees algo más que el difuminado holograma de un sueño malparido?

Y no voy a hablar con bonitas palabras ni a pintar corazones en los cristales envahecidos para ganarme tu bobo afecto; afecto que indiscriminado repartes, como si fuera propaganda de compra y venta de oro, tan en auge en tiempos de crisis, como tú... que encuentras tus tiempos de gloria entre los lodos ajenos, simulando rescatar almas perdidas a base de palabras construidas con sílabas de vacío. sin manos ni sentires que les den verdadero soporte.

No te voy a cantar canciones de amor, que afónica me he quedado de regalarle mi voz a tus oídos sordos. Mi corazón sigue bailando, pero no con tu música muda. Baila con el sol, baila con la luna, baila con el viento y baila con la lluvia. ¿Quién más podría interpretar una melodía digna de atención? No puedo sentir tus acordes, ¿acaso alguna vez me has regalado en verdad alguna pieza?
Así soy en este instante, una brizna enjuta en un desierto en el que ha habido demasiadas tormentas de arena. Las dunas se van mudando con el viento, y los caminos se borran ante mis ojos para moverme en círculos o no moverme. ¿Moverme de otra manera?

Hipócrita, me engaño a mí misma para suavizar mi existencia. Me justifico, me convenzo, me autoindulto. Rumio palabras dentro de mi boca y las vuelvo a tragar para indigestarme nuevamente, sintiendo en mis intestinos la horca que te/me dará muerte. Y vivo con miedo, ya. Miedo de sufrir, porque cuando piensas "¿qué más podría pasarme?" asistes a la vivencia de la respuesta. Y miedo de una muerte lenta y agónica, pues a su certera espera nos exponemos mientras transcurre eso llamado ¿vida? Llené mis pulmones con ganas de vivirla, ansiosa y sedienta de ella. Desenterré mi deseo de sentirme parte de todo, le saqué brillo y lo puse a la luz, compartiéndolo y haciéndolo más grande... jajajaja, cuanto más alto subes, más grande es la hostia al caer. Me había olvidado de que esa fue mi máxima durante tiempo. Saqué un as de la manga eludiendo la prudencia que me había forjado.

¿Libre? Sí, claro, lo soy. Libre de perderme en el bosque, de creerme pájaro, de beber del viento. Libre de seguir pensando y libre de seguir creando. Libre de ser, libre de dejar de serlo. Probando los propios límites de mis pulmones, de mi voz, de mi vista cada vez más cansada frente a lo que hay que ver. Y puedo cambiar la perspectiva cuando me dé la gana, sentirme llena de fuerza para abordar lo que me proponga... pero para eso hay que proponerse algo, y mis propuestas se debilitan como una vela mortecina.

Y me canso a mí misma de leerme y escucharme, víctima de mis propios duelos, de mis propias fracturas, de mis "pobrecita yo", que ahogo en colacao con galletas, reconstruyendo una infancia feliz y despreocupada en la que el frío tenía fácil remedio. Hidratos al más puro estilo Bridget Jones, patético y repulsivo, susceptibles de caricatura como la que yo misma me hago. Río igual que lloro cuando atiendo a mis pasos desordenados, porque histéricas nos han llamado siempre, y no me voy a poner ahora a contrariar a nadie (faltaría más!! con lo condescendiente que yo soy!!). Acepto mi momento como la absurda explosión de un afecto torpemente conducido.


jueves, 2 de abril de 2015

El dragón dormido

Pataleando, pataleando, pataleando... puedo ignorar mis inquietudes, y las tuyas. Puedo sumirme en la más grande de las ignorancias, de hecho. Puedo abstenerme del mundo, y de vez en cuando puede incluso parecer que lo consigo... Pero el viento sigue agitando mi pelo para hacerme sentir viva, el sol haciéndome el amor en solitarios paseos en que la magia surge por doquier... Hay presentes perfectos en los que los árboles me protegen, las flores me susurran sus secretos y las historias brotan en mi lengua.

Imaginar... idear... fantasear... crear un mundo alternativo, paralelo al que escaparse. Puede ser divertido, terrorífico, emocionante e incluso angustiante! El momento es tuyo, tú lo creas, tú decides... Grabarlo en un papel, contárselo a las hojas secas que crujen bajo tus pies, aullárselo a la luna o callártelo... dejarlo morir dentro de ti. ¿Será que enfermo por contener historias? ¿Será que lo hago por dudar? ¿Será por tropezar con una realidad tan distante de esos mundos imaginados?