sábado, 11 de junio de 2016

Calentando motores?

Un añito entero sin pasarme por aquí. Un año intenso, lleno de aprendizajes, el preámbulo de la metamorfosis... Incluso la metamorfosis en sí misma.

Llevo tiempo con el impulso de volver, aunque con la temporal necesidad de ser invisible como freno. Acepto mi existencia y acepto que me encuentres en ella. Acepto que queda mucho por aprender, y acepto el estímulo que esto supone. Admito que contenta de rebrotar, tardía en la primavera, como una flor sorpresa que se amodorró en su semilla durante el invierno.

Tengo la tentación de comenzar un nuevo blog, y quizás lo haga, simbolizando el paso de página, abrazando la idea de parir algo diferente. Pero... Cómo abandonar la Morada de la Luna, cuando tantas veces me sirvió de refugio? Aquí volveré a lamerme las heridas, a enseñar mis dientes en estridentes carcajadas o en rugidos feroces, a desnudarme en cada línea y sentir que en realidad nadie lleva ropa... a disfrutar de mis incongruencias para que tú te reconozcas en ellas.

Respiro... Hincho los pulmones de vida, los vacío de desidia. Saludo al sol y estiro bien mis extremidades dormidas. Me desperezo en un bostezo que resuena en mis oídos recordandome el sonido de mi voz. El silencio te ofrece esos valiosos regalos, y hoy los acepto y me hago responsable de ellos. Calentando motores... Buenos días!