viernes, 27 de julio de 2012

¿Será la magia? La magia es

Los relojes mienten, definitivamente. De algún tipo de subterfugio se tienen que servir para que sus agujas avancen rabiosas mientras estoy contigo, y para que apenas se muevan en tu ausencia. Quizás sea obra de algún travieso duende que se esconde entre sus engranajes para con ellos rascarse la espalda. A lo mejor una ilusión óptica es la responsable de tan extraña percepción. También pudiera ser consecuencia de un salvaje desplazamiento del eje terrestre. Por poder... podrían ser muchos los motivos que de esta manera desconfiguran el tiempo, pero el más convincente de todos ellos, siempre será la magia.

Es la magia la que nos transporta a un oasis de sosiego en medio del brutal ritmo urbanita, y también quien nos dota de un nuevo código de comunicación que hace delicioso cada encuentro. Agita cariñosa las hojas de los árboles, dibuja mimosas nubes en el cielo y proyecta misteriosas sombras sobre nuestra piel invitándonos a huir del mundo.

 No cabe duda de que es ella la que nos atrapa y nos somete a su fluir, la que estornuda sobre nosotrxs contagiándonos su cálida dolencia, la que a través de un choque de nuestros cuerpos genera una tormenta eléctrica que entre truenos y relámpagos lapida nuestra voluntad de control... la que en un suspiro decide que te instales en mi interior.

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