viernes, 25 de marzo de 2011

¿Y si escribo un blog?

¿Por qué no? Me dije cuando se me pasó la idea por la cabeza de escribir en un blog.
Ya lo había intentado en anteriores ocasiones, pero mi sentido práctico me empujó a abandonarlo, dejándolo perdido entre tantos otros blogs anónimos que colapsan la red aquí y allá.
¿Por qué no volver a intentarlo? No tengo que escribir cada día, ni siquiera tengo que escribir bien. Simplemente me concedo el permiso de vomitar aquí lo que se agita dentro de mí, pues dentro ya he comprobado que no tiene ninguna utilidad, ni beneficio.
No es una responsabilidad, no es una iniciativa de la que espere nada (de hecho, creo que voy a pasar de escribir palabras clave)... Tan simple como que me apetece.

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